12 de agosto de 2013

¡Mira mamá, sin mí!

Me he quedado sin recursos, todas mis armas ya están en la hoguera. Delante tuyo, con las manos en alto. ¿Me inspeccionas? Adelante, tampoco encontrarás los vendajes que llevo en el alma. Que claro,  tan grande tenía el amor, y tan pequeño el corazón que de algún modo me iba a estallar. Mi mejor metralleta siempre fue mi labia, pero ahora mi boca te pertenece, ¿no? Anda, ven y calla(me)
Me verás llorar, pero no reír. Las chicas misteriosas nunca fueron lo mío.