31 de marzo de 2013

Llenemos los días de vacío. Hagamos el amor bajo nuestro ejército de silencio. Desayunemos la luna y cenemos el amanecer parisino. Saca como conclusión de este día oscuro un gran arco iris. Busca la nada en mi todo. Sé la balada de la tarde, la de después del polvo, y también sé el cigarro de antes de la embestida. Pintemos de transparente estos secretos. Embadúrname de tu droga, príngame de ti.  Y sobretodo, haz que nunca me tenga que tapar los morados del alma con carmín.

17 de marzo de 2013

Que comience la función

El público espera impaciente la entrada del artista. La espera se vuelve eterna. Llevaban todos muchos meses deseando ver cuál sería el protagonista de la Gran Obra, meses preguntándose de qué forma esa entrada espectacular cambiaría sus vidas para siempre.
De repente todas las luces se vuelven oscuras y la gente se emociona. "¡Callad, que comienza!" se oye continuamente entre los espectadores. Todos emocionados esperando la salida del artista. Como no, se hace de rogar y tarda algo más de la cuenta. Pero al cabo de media hora y apenas medio disgusto todos le ven la carita, arrugada y ensangrentada, pero aún así, la madre acaba por emocionarse y no hace ningún esfuerzo por contener las lagrimas.
-Felicidades, es una niña. El parto ha ido muy bien. Nos vemos luego. 
Le dice la comadrona.



Que comience la función de tu vida, preciosa. Haz lo que sea por ser tú la protagonista y no los demás. 

15 de marzo de 2013

Ella ya yace, en trance. Mirando a la nada, mientras esta la contempla desde ningún lugar. Con sus manos cogidas, como si así no se fuera a perder. La mente en blanco y el alma llena de morados, ya negra de sus días grises. Vaga en sus recuerdos mas no encuentra más que trenes perdidos. Ahora ella se ha convertido en una naufraga de su vida. Desaparece y nadie la ve, y cuanto más sola está más segura se siente. Cuanta más gente hay más soledad la invade. 
Y a pesar de que sabe que después de la tormenta siempre llega la calma, tiene muy claro que este temporal es permanente.
Aún así, aquí está, dispuesta a irse otra vez, a ser feliz. Le dice adiós al mundo real, cierra los ojos y desea con todas sus fuerzas que el despertado no vuelva a sonar al día siguiente a las siete de la mañana, como ya su rutina le imponía. Pero a pesar de tener la cabeza en la Luna siempre ha sabido mantener los pies en la Tierra.

Las mata callando.

Los gritos están llenos de rabia, de celos, de placer.
Hay gritos de colores, gritos plenos de días guardados. Gritos confundiéndose con gemidos. Gritos y gritos...
Pero los gritos más dolorosos son los gritos llenos de silencios. Esos no son gritos, son puñaladas.

¿Ya ha pasado el 7?

Sólo tú eliges a qué trenes subir. Si prefieres perder este para coger el segundo, por no llegar demasiado pronto, o mejor coger el de las siete de la mañana para pasar el día entero en el destino. Quizás escogemos el del azar o nos va mejor el de la previsión. Nos fiamos poco de la suerte, salvo cuando tenemos miedo y sólo avanzamos en línea recta si no seguimos la vida, sino el fin. Cometemos errores continuamente escogiendo nuestros trenes, y suele ser por los colores. Más bonito es el verde esperanza, que el negro tragedia. 
Hay trenes para todos, pero no para siempre.  

12 de marzo de 2013

No somos sólo átomos.

Somos mil cosas. Mil millones de cosas. Somos lo que hicimos, y lo que quizás pudimos hacer. También somos eso que nunca supimos. Somos todo lo que no podemos ser. Qué triste parece... Somos lo que no podemos ser.



Pero sobretodo yo soy tu yonki y tú mi droga.

9 de marzo de 2013

Dios en mayúsculas, por si acaso.

Cuenta la leyenda que nosotros, los humanos, fuimos creados con cuatro brazos, cuatro piernas y dos caras, pero eso nos convertía en monstruos egoístas, que necesitábamos el doble de todo. El doble de espacio, el doble de alimento, de agua... Pues bien, un Dios decidió dividirnos en dos. Pero desde entonces nuestra alma quedaba incompleta, así que teníamos que encontrar a nuestra mitad para poder llegar a ser completamente felices otra vez. Sólo esa persona puede hacerte sonreír eternamente.
Pero qué desdichados son aquellos que no encuentran su mitad y mueren siendo medio-felices.

7 de marzo de 2013

Malquiéreme.

Habláis de eso como si lo conocierais, como si alguna vez os hubiera invadido. Porque eso es lo que hace, te invade, se mete dentro de ti, de tu cabeza, te devora el alma y se queda ahí campando tan ancho, como si fuera su casa, que de hecho lo es. Una vez lo has tenido y se ha ido te deja un agujero, uno de estos que no lo tapa otro clavo, de esos que te dejan marcado. O eso dicen.
Algunos creen en su inmortalidad. Otros sencillamente no creen. Muchos ya lo han idealizado en forma humana.
Habláis, criticáis, juzgáis sin saber. Y así nos va. Y es que amar y odiar es exactamente lo mismo, pero en diferentes bandos.

Habláis del amor como si lo sintierais, y yo hablo de vosotros fingiendo que lo he sentido.

5 de marzo de 2013

Hablemos de mí.


Y yo aquí estoy, con Sabina en mis oídos diciéndome que debo tener la falda muy corta, la lengua muy larga y la frente bien alta, cuando se han pasado la 'vida' diciéndome que soy una princesa. ¡Una princesa! Porque ya todos sabemos la historia del sapo verde que si besas se convierte en príncipe azul... Pero, ¿de qué color son las princesas? Yo lo sé. Las princesas son invisibles. Sí, las ponen como las más importantes en la historia, y sólo son parte del decorado. La princesa, el príncipe  el sapo, la bruja, el amante... Todo eso da igual. ¿Qué más da lo que haya en una historia si nadie la contará?
Por eso, mi vida, yo he decidido ponerme el vestido de color rojo puta y empezar a hablar como nunca.
Que esto no se quede en un 'lo intenté'.

4 de marzo de 2013

Perviérteme.

Ven aquí conmigo. Adentráte en la habitación en la que esté, y quítame cualquier cosa que esté haciendo. Cógeme como tú sabes hacerlo, con tus manos en mi cintura y tus labios en mi cuello. Llévame al primer sitio dónde me puedas tumbar. A mí y a ti, a esto. Arráncame la ropa como puedas, si no lo he hecho yo antes. Cómeme a besos el cuerpo. Lámeme el alma y muérdeme el corazón. Hazme sentir como siempre, que con un solo gemido podríamos para la guerra en este mundo.
Ven aquí donde estoy y fóllame. O mejor aún, hazme el amor como sólo tú sabes hacérmelo, sin prisa pero rápido y de puta madre. 
Perviérteme, o déjate pervertir, pero que de esta habitación no salga ni un alma inocente. 

3 de marzo de 2013

Me dueles.

Me encaramo como puedo. Me aferro a cualquier fantasía mejor que esta 'realidad', sabiendo que es eso, una fantasía... Me duele que me digas que me odias y luego que me quieres. Me duele saber que no amanecerás conmigo. Hace daño pensar que provocas mi dolor de cabeza, y al mismo tiempo me lo podrías quitar. Jode decirte que te amo sin el beso de después. El beso. El polvo de reconciliación. la caricia que va de punta a punta de la espalda mientras duermo. Las pizzas chamuscadas. Los paseos por el parque. El sexo en la ducha... Todo me duele. Me dueles, justo aquí, en la patata que tengo justo debajo de la teta izquierda.

Soy inmortal.

Dicen que hago que os comáis la cabeza, que os rayo, que cuando quiero os hago pensar. Chicos, dicen que mis besos en la oreja os hacen estremecer, y que sentís como os lamo el cuello y os hago poner la piel de gallina. Comentan por ahí, que cuando callo me deseáis, y que cuando hablo no podéis hacer nada más que prestarme atención. He oído que de mí dicen que hago sentir, que provoco hasta lágrimas y que  sin mí no pueden vivir. No pienso, no actúo, no soy participe de nada voluntariamente  y sin embargo estoy en todas vuestras vidas.
Sí, soy esa melodía que sube por vuestros auriculares, queridos mortales.