17 de marzo de 2013

Que comience la función

El público espera impaciente la entrada del artista. La espera se vuelve eterna. Llevaban todos muchos meses deseando ver cuál sería el protagonista de la Gran Obra, meses preguntándose de qué forma esa entrada espectacular cambiaría sus vidas para siempre.
De repente todas las luces se vuelven oscuras y la gente se emociona. "¡Callad, que comienza!" se oye continuamente entre los espectadores. Todos emocionados esperando la salida del artista. Como no, se hace de rogar y tarda algo más de la cuenta. Pero al cabo de media hora y apenas medio disgusto todos le ven la carita, arrugada y ensangrentada, pero aún así, la madre acaba por emocionarse y no hace ningún esfuerzo por contener las lagrimas.
-Felicidades, es una niña. El parto ha ido muy bien. Nos vemos luego. 
Le dice la comadrona.



Que comience la función de tu vida, preciosa. Haz lo que sea por ser tú la protagonista y no los demás.