19 de septiembre de 2013

Mamá, ¿ha llegado ya el día? 
El día en que se llene el cielo de colores, y los besos se den en blanco y negro. El día, que menos esperamos, y todos deseamos, en que toda la humanidad crea en La Paz, en el amor, en la belleza. 
Un día cualquiera, pero con más brillo. Menos coches que irrumpan las carreteras. Sí... Me imagino a los altos cargos, yendo en bicicletas fucsia, con cestita, donde sus hijas pequeñas les habrán puesto un caramelo, y un dibujo. Me imagino a todas esas cajeras frustadas, con una sonrisa de oreja a oreja, porque han conocido al amor de su vida. Y también a todos los profesores de institutos de mala muerte, con arrugas y la cara gris (no sé por qué, pero tienen la cara gris, y esto es un hecho) felices, porque un chico ha decidido prestarle atención. 
Me gusta pensar en la gente que estudia, en la que hace lo que quiere, y no por tener un sueldo "digno", o por tener un mejor trabajo. Me gusta ver la gente feliz, sabiendo que su vida es solo suya, que no tomarán ninguna decisión por nadie. Y, sobretodo, me gustaría pensar que algún día conoceré ese mundo lleno de colores, y besos como los de las películas de los años 60, en blanco y negro.