28 de febrero de 2013

Siempre brillaron por su ausencia. Los 'te quiero', digo...



Los labios ya secos, pero de besar aún no se han cansado. Las lágrimas fingidas, que de caer no paran por su mejilla. Los abrazos... los abrazos ya no existen, han desaparecido, como sus hermanas las caricias. Y sus 'te quiero', bueno... ellos jamás existieron.