25 de mayo de 2013

Puestos a descubrir... Inventemos.

La especie humana ha descubierto cientos, miles, de cosas, objetos materiales... Pero no sólo eso. También ha descubierto sensaciones, pero no tenemos la capacidad suficiente para ponerle nombre. Yo lo he hecho, y no ha sido fácil, pero podría descubrir que he descubierto el "vete-pero-vente", el "dame-más-pero-para-ya", y la mejor de todas, he descubierto el "quierodio". Sí, y esto lo sé con certeza, hay un objeto que es el más quierodiable por mí. 
¿Alguien sabe cuál? ¿No? ¿Nadie? 
El columpio. Yo quierodio con todo mi ser los columpios. 
El otro día me subí a uno. Al principio me sentí un poco estúpida, la verdad. Las madres del parque me miraban como si estuviera cometiendo un crimen, aunque sé que por dentro se morían de envidia. Comencé a mecerme, el viento echaba mi pelo hacia atrás, pero todo mi cuerpo tenía la sensación de que iba a contracorriente. Por un instante cerré los ojos,  en cuanto los volví a abrir pensé, por una milésima de segundo podría tocar el cielo, que saltaría, me engancharía a una nube, y me hubiera quedado allí eternamente. Pero el tiempo es efímero, y esa milésima de segundo pasó demasiado rápido. Pisé la realidad con los pies, y recordé la diferencia entre la imaginación y la realidad. La clara diferencia entre la libertad de poder volar en dirección contraria y la opresión de la sociedad para hacernos con moldes. 
Por esa milésima de segundo amé con todo mi ser a ese columpio. Luego, el resto del segundo, lo maldije por no dejarme en esa nube.